miércoles, 4 de febrero de 2009

LA VIOLENCIA FAMILIAR


“No podemos echara perder la vida de nuestros preciosos niños. Ni un niño más ni un día más. Hace ya mucho tiempo que deberíamos haber
Actuado en su nombre.”– pasaje de una carta abierta de Nelson Mándela y Graça Machel del 6 de mayo de 2000

Muchas veces ante actos de violencia, no sabemos qué hacer, cómo actuar. No por indiferencia, no por cómplices, ni por el prejuicio de no meterse en vida ajena. Nuestra voluntad se desvanece simplemente porque desconocemos los mecanismos que nuestra sociedad ofrece para castigar al agresor y ayudar a la víctima. Ante la gran pregunta ¿ Que hacer ante la violencia en cualquiera de sus manifestaciones ? no hay respuesta para que hombres y mujeres puedan saber a que atenerse cuando conozcan o vean de cerca un acto de maltrato., las normas nos indican el camino a seguir, los pasos que dar para conocer la ley y para cumplir con nuestro deber humano-ciudadano de proteger y asistir a aquellos seres maltratados. Conociéndolas es imposible pecar por omisión. Hay que preocuparse por permitirles conocer los mecanismos para que personas que han perdido la autoestima recobren su dignidad, puedan alzar la frente y enfrentarse a cualquier agresor.

Alguna vez la violencia fue considerada como un asunto privado con el estandarte “ LOS TRAPOS SUCIOS SE LAVAN EN CASA”; no obstante, hoy se reconoce como uno de los mayores obstáculos contra el desarrollo debido a las diversas formas en que impide la plena e igualitaria participación de las personas en sus sociedades. Este cambio de conciencia se ha dado en gran medida gracias al valor y determinación de cientos de mujeres que anteriormente estaban invisibles y que hoy se han atrevido a romper el silencio. Hablar de la violencia ha implicado, desde tiempos inmemoriales, la imagen de una persona maltratada físicamente, un ser humano que lleva las huellas del dolor infinito que causa el abuso, el atropello de quien se siente poderoso. La violencia siempre ha afectado a los más pobres, a los vulnerables, a los que carecen de cualquier tipo de autoridad, a los que no pueden pedir ayuda, los que desconocen los mecanismos que ofrece el Estado para protegerlos. La violencia ha sentado sus bases entre las mujeres y los niños.

Hoy en día la violencia no sólo se limita a la violencia doméstica, aquella del golpe, del maltrato, del cuerpo herido muchas veces de muerte. La violencia se torna más sutil, ingresa a las diversas instancias de nuestra sociedad e impide a miles de mujeres y niños desarrollarse. Limita a la niña en su derecho al estudio, a la joven a cuidar y a decidir libremente sobre su cuerpo, impide el justo derecho a un empleo, limita a la trabajadora, margina a la anciana, impide a la mujer desarrollarse libremente en la comunidad , POR TANTO, Llego la hora de apoyar a los vulnerables con el arma que nuestra misma sociedad nos da, la ley. Debemos conocer la ley para ser mejores seres humanos.

La violencia familiar es el resultado de un largo proceso de aprendizaje social, que atenta contra los derechos humanos, que lesiona la calidad de vida, la salud pública, la economía nacional, el derecho al desarrollo humano, el derecho a la identidad, el derecho al afecto, el derecho a la paz, y a la familia entre otros. Si bien en los últimos años muchas mujeres rompieron el silencio, la gravedad del problema sólo queda parcialmente reflejada en las estadísticas, dado que existe un número considerable de víctimas que no denuncian el maltrato y violencia que sufren. Luego de las exigencias de las organizaciones de mujeres, el silencio y la indiferencia viene dando paso a la visualización de la violencia familiar como un problema social de graves consecuencias para las víctimas, sus familias y la comunidad. Si bien se ha avanzado, aún las víctimas siguen escondiendo el problema, los agresores lo asumen como normal, muchos organismos de justicia y de salud no lo reconocen.
La familia es el núcleo natural y fundamental de la sociedad, que el Estado y la comunidad protegen, siendo en este contexto importante promover y fortalecer valores y principios para una sana convivencia humana por tanto para mitigar los constantes problemas sociales hay que propagar que existen dos leyes que se apoyan mutuamente ., ambas dirigidas a la protección de la familia y a la erradicación de la violencia intrafamiliar, estas son la Ley Organica Para la Protección al Niño y Adolescente quien se encuentra vigente desde abril del 2000 y La ley sobre la violencia contra la mujer y familia vigente desde enero de 1999.Estas leyes son un nuevo paradigma que debemos conocer, divulgar, y emular a fin de que no se conviertan en una utopía idealizada, su éxito depende de la constancia de la voluntades humanas que trabajamos para su cabal aplicación; mientras la sociedad civil se siga uniendo a esta corriente y seguimos preocupados por garantizarle un buen presente a la niñez de hoy nos ahorraremos por preocuparnos por los hombres del mañana. El compromiso esta latente solo hay que asumirlo. Me despido deseándote un Excelente Dia. ¡ Gracias por Existir!
ELSY MATA MARCANO

Elsy Mata Marcano.
Fundación Armonía Global
Miembro de la Campaña A Limpiar El Mundo
Representante Campaña Global Ante El Clima. Venezuela
Contacto: armoniaglobal2012@yahoo.com http://www.fundacionarmoniaglobal.blogspot.com/
Telefonos: 04148189443- 04124989914-04148325672

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